Los efectos secundarios ¿se mantienen durante todo el tratamiento? (DEPRESIÓN)
Hay efectos secundarios pasajeros, que desaparecen a los pocos días de instaurarse el tratamiento, y otros que van a permanecer durante el período completo en que se esté tomando el fármaco. Esto es así debido al propio mecanismo de acción del medicamento y, por lo tanto es previsible, es decir, el médico normalmente sabrá si el efecto que usted padece pertenece a un grupo u otro, por lo tanto debe preguntarle por ese síntoma en particular.
¿Se va a volver a repetir? (DEPRESIÓN)
Si nos encontramos ante un primer episodio depresivo, es imposible predecir con certeza si se va a repetir o no. Intervienen diversos factores que harán más probable que la depresión sea “recurrente”, es decir, que se repita, o que se trate de un episodio único, aislado. Por ejemplo, si existen casos de enfermedades del ánimo en la familia, es más probable que nos encontremos ante una depresión recurrente. Aun así, es imprevisible. Si ya es un segundo episodio, estamos ante una depresión recurrente. Puede ser que en realidad sea el mismo primer episodio, pero que no se llegó a curar porque no se tomó el tratamiento durante todo periodo indicado. En este caso podemos estar confundiendo un “primer episodio mal curado” con un segundo episodio, o puede ser un segundo episodio real. Como se puede comprobar, no es fácil. Lo cierto es que cuantos más episodios haya habido, más probable es que se sigan produciendo recaídas.
¿Puede una depresión ser reflejo de otra enfermedad subyacente?
Sí. Hay síntomas comunes a la depresión y a otras enfermedades. A veces podemos atribuir esos síntomas a una depresión y en realidad el paciente puede estar teniendo algún otro problema “somático”. Normalmente la presencia de otros síntomas, aparte de los depresivos, va a hacer al médico sospechar de la presencia de esta otra enfermedad y solicitar las pruebas complementarias necesarias para su diagnóstico. Si no hay datos que hagan sospechar otra enfermedad, lo más probable es que el origen sea puramente depresivo y “buscar tres pies al gato” no haría más que embarrar la evolución de la enfermedad. Confíe en su médico.
¿Es conveniente trabajar estando deprimido?
En los casos de depresiones graves, no es sólo por inconveniencia, sino por incapacidad. La persona no puede trabajar porque pierde las habilidades necesarias para desarrollar su trabajo de forma adecuada. Una vez el tratamiento empieza a hacer efecto, el paciente recupera su funcionamiento previo y no sólo puede, sino que debe reiniciar todas las actividades de su vida cotidiana. No se debe esperar a estar recuperado al 100% para volver a trabajar. El trabajo y el ocio contribuirán a recuperar este estado mucho antes que si solo esperamos a que la medicación actúe. Para mejorar, el hecho de ver que se puede volver a hacer las cosas que se hacían antes, sentirse útil, contribuye de una manera muy beneficiosa en la evolución. A veces es difícil encontrar el momento justo en que la capacidad está lo suficientemente recuperada como para trabajar, sin que el paciente observe un menoscabo en sus habilidades previas. No debe exigirse un funcionamiento completo, debe pensar que está convaleciente de una enfermedad, pero debe intentarlo.
¿Me puede ayudar un Psicólogo?
A lo largo de nuestra vida pueden surgir dificultades cotidianas que superan nuestra capacidad de respuesta y nos encontramos bloqueados sin recursos para afrontarlas. Este es el momento de acudir a un profesional, que nos servirá de orientación, guía y apoyo para resolver estos problemas de la mejor manera para nosotros y los que nos rodean.
En la sociedad actual cada vez se nos exige más y por tanto estamos expuestos a un mayor número de problemas de estrés, ansiedad, depresión, fóbias, adicciones, etc...
Debemos considerar dos cuestiones a la hora de plantearnos la necesidad de ayuda psicológica.
1.- Insatisfacción y malestar significativo conmigo mismo, con el mundo, con los demás o con mi vida en general.
2.- Si ese malestar interfiere en mi trabajo o estudios, relaciones sociales o en cualquier otra área de mi vida.
Nuestro trabajo como psicólogas consiste en ayudarte a solucionar todo tipo de problemas, ya sean conductuales, emocionales o cognitivos, mediante la utilización de diferentes técnicas para ayudar al paciente a potenciar sus capacidades.
¿En qué se diferencia un Psicólogo de un Psiquiatra?
La diferencia principal entre un Psicólogo y un Psiquiatra es que el Psiquiatra es Licenciado en Medicina y el Psicólogo es Licenciado en Psicología. Esto hace que el Psiquiatra considere fundamentalmente los problemas del paciente como resultado de algo que no funciona bien en el organismo, y el Psicólogo se centra en los aspectos psicológicos, en cómo influyen en el problema las relaciones sociales, familiares, las emociones propias y de los demás, la opinión y visiones personales que se tienen sobre los acontecimientos que nos pasan, etc.
Una segunda diferencia entre ellos es que el Psiquiatra se ocupa de diagnosticar y de recetar un fármaco, y el Psicólogo, ademas del diagnóstico, analiza las dificultades específicas del paciente y realiza una planificación terapeútica ajustada a éstas para superarlas.
A pesar de estas diferencias, Psicólogos y Psiquiatras trabajamos conjuntamente para abordar la problemática del paciente de la manera más completa posible.
¿Tengo garantías de que se me tratará con privacidad y confidencialidad?
Toda la información que el/la Psicólogo/a recoge en el ejercicio de su profesión, sea en manifestaciones verbales expresas de sus clientes, sea en datos psicotécnicos o en otras observaciones profesionales practicadas, está sujeta a un deber y a un derecho de secreto profesional, del que, sólo podría ser eximido por el consentimiento expreso del cliente.
El/la Psicólogo/a velará porque sus eventuales colaboradores se atengan a este secreto profesional (Artículo 40º)